Benson y Stabler se encargan del caso de una mujer que cae al vacío desde lo alto de un edificio. Los principales sospechosos son su psiquiatra, su amante y parte de su intrigante familia.

Una joven modelo es encontrada muerta y violada. La Unidad descubre alrededor de ella toda una siniestra maquinación en torno al culto al cuerpo que había llevado a la joven a la anorexia.

Tras comprobar que la última víctima era una chica de alta extracción social, Benson y Stabler creen detectar en unos asesinatos de prostitutas unos patrones que conducen hasta otro policía.

Un escritor es hallado muerto con los pantys de una mujer introducidos en la boca. La investigación lleva a los detectives hasta una adolescente que a Stabler le recuerda a su propia hija

Una prometedora estudiante en un colegio privado es violada y asesinada, pero la investigación se ve continuamente obstaculizada por la dirección del centro, que quiere evitar la mala prensa

Los detectives Benson y Stabler tienen que investigar el caso del asesinato y violación de un joven. El único sospechoso parece ser un antiguo violador que ahora se dedica a coleccionar sellos.

Benson y Stabler inician un rastreo de redes de pornografía infantil por Internet cuando investigan el caso de una muchacha de dieciséis años que asegura haber sido asaltada por un pederasta.

La hija de Stabler es la principal testigo de una horrorosa escena del crimen: el asesinato de un hombre al quien le prendieron fuego. La investigación en el departamento arroja curiosos resultados.

Una mujer embarazada es atacada brutalmente en el garaje de su casa. El bebé le ha sido extraído por medio de una cesarea. Aún a pesar de la intensa búsqueda del bebé, que podría estar aún vivo, las esperanzas se frustran cuando es encontrado muerto por numerosos traumatismos craneales. La víctima trabaja en un centro de rehabilitación de drogadictos que distribuye metadona entre sus pacientes.

Después de un accidente de coche, una niña de 9 años al reconocerla los doctores encuentran que ha sufrido abusos. Durante el interrogatorio, por miedo y desesperación, la niña acusa a su entrenador de fútbol, amigo de la familia. Aunque el entrenador niega que haya hecho daño a la niña, la declaración de otras dos compañeras de clase hace que el supuesto agresor sea detenido oficialmente.

Stabler, a petición del párroco de su parroquia, visita a un enfermo terminal de cáncer. Pronto comprende que este enfermo tiene una historia que contar antes de morir, siendo su deseo el que busque a su hija para que le escuche. Tras negarse su hija a verle, Benson permanece al cuidado del enfermo, y Stabler descubre que el FBI mantiene una investigación abierta relativa a dos hombres que cometieron una serie de robos de bancos sin resolver y llevan cuarenta y seis años en la lista de los más buscados.

El equipo investiga la muerte de un adolescente cuyo cuerpo fue encontrado semidesnudo y con una máscara de cuero. Los agentes descubren que el asesino es el mejor amigo de la víctima, quien tiene un vídeo que prueba que la muerte fue accidental como resultado de un combate de lucha libre que salió mal.