Con la esperanza de lograr descendencia, Data crea un androide a su semejanza, al que llama Lal. El capitán Picard autoriza el experimento, pese a temer una posible reacción negativa de la Flota Estelar.

Jean-Luc Picard recibe la visita de K’Ehleyr, una embajadora klingon que le comunica que K’Mpec, el canciller klingon, desea verle antes de fallecer. K’Ehleyr también presenta a Worf a su hijo mutuo, Alexander. Una vez en Kronos, K’Mpec pide a Picard que dirija el proceso de sucesión entre los aspirantes a su puesto.

Acusan a un oficial klingon de visita a la nave de haber colaborado con los romulanos tras una explosión en el motor Warp del Enterprise. Para demostrar su culpabilidad o inocencia se celebra un juicio a bordo de la nave.

El Enterprise queda atrapado en un bucle temporal, pero la tripulación conserva la memoria de instantes previos. Kelsey Grammer participa como actor invitado en el rol de Morgan Bateson.

La Doctora Farallon ha desarrollado un nuevo y revolucionario sistema de minado a gran escala, que presenta a la Federación. Durante su muestra a Geordi y Data, el androide llega a la conclusión de que los pequeños robots encargados del buen funcionamiento del sistema han alcanzado conciencia de su existencia, por lo que su altamente peligroso trabajo resulta inaceptable.

El capitán Picard se debatirá entre aceptar la oferta que su antiguo profesor de arqueología le hace para formar parte de su grupo de investigación en lo que podría ser un enorme descubrimiento o bien seguir su carrera como oficial de la flota.

Unos alienígenas solitarios aprisionan a Picard y a la doctora Crusher bajo cargos de espionaje y les realizan implantes experimentales ligando sus mentes telepáticamente, provocando que enfrenten los sentimientos latentes entre ellos.

La doctora Crusher asiste al funeral de su abuela y retoma una inusual tradición familiar.