Después de pasar la noche jugando a su juego ilegal favorito, David vuelve a la realidad: un apartamento destartalado con una lavadora rota y una madre estresada.

Con su nuevo cuerpo mejorado, David se dirige a la Academia para vengarse contra el abusón que se metía con él. Luego conoce a una misteriosa mujer que quiere reclutarlo.

David está rodeado por unos ‘edgerunners’ y les pide que le dejen unirse a ellos. Mientras tanto, fuerzas siniestras conspiran para que vuelva a la Academia Arasaka.

Ansioso por pillarle el truco a ser un ‘edgerunner’, David le da la lata a Maine para que le asigne otra misión. En vez de eso, Maine le encarga a Lucy que lo entrene.

David tiene una buena idea cuando el equipo diseña una estrategia para su próxima misión. Sin embargo, pronto se da cuenta de que no hay que subestimar a su objetivo.

Maine no parece ser el de siempre. Pero el equipo tiene algo más importante de lo que ocuparse: deben extraer información vital de su prisionero, y el tiempo apremia.

David, convertido en un ‘edgerunner’ de primera con mejoras cibernéticas, lidera a su equipo en una nueva misión. Un antiguo conocido le propone un importante trabajo.

Faraday se debate entre Arasaka y Militech. Lucy y Rebecca se enfrentan a David por su cambio de comportamiento, pero él se niega a escucharlas.

Los captores de Lucy descubren su misión secreta y su oscuro pasado. David y su equipo se disponen a encargarse del trabajo de Faraday, pero intuyen que pasa algo raro.

Al borde de la ciberpsicosis, pero decidido a salvar a Lucy, David irrumpe en Night City. Mientras tanto, Arasaka planea utilizar un arma letal definitiva.