Yukine aprende que vivir con un dios no es todo lo que está mal, pero las cosas empiezan a cambiar cuando un cliente inesperado contrata a Yato para un trabajo.

Con Yato al borde de la muerte, Hiyori y sus amigos deciden llevar a cabo un peligroso ritual de purificación que requiere ayuda externa, pero ¿quién arriesgaría voluntariamente su vida por este dios desconocido?

Yato y Yukine enfrentan Rabo y Nora en una batalla final.

Yato continúa con su rutina diaria como un dios de la entrega que también mata a los Fantasmas cuando surge la necesidad. En otra parte, Bishamon está plagado de pesadillas de tiempos pasados...

Kugaha dice Bishamon que debe reencarnarse a arrepentirse de sus actos pecaminosos. Yato corta la mano derecha de Kugaha, indicando que tal concepto no se refiere a un Dios como dioses no cometen mal. Bishamon revoca Kugaha de su familia, y mata al fantasma fósil de dinosaurio que devoró su Regalia.

Ebisu explica que un Alma de llamadas, llamadas en el que un humano fuera el verdadero nombre de un Dios, puede traer de vuelta Bishamon y Yato. Hiyori llama correctamente a Bishamon, traerla de vuelta, pero el alma llamada falla en Yato, que significa "Yato" no es su verdadero nombre.