Henry visita a un neurólogo con la esperanza de que le den nuevos medicamentos para poner fin a sus problemas. Mientras tanto, Bill Boone trata de averiguar quién atacó a su hijo Clay.

Henry aparece en un lugar desconocido y acude a Jenna y Townes en busca de respuestas.

Después de una pelea entre Henry y Clay, Cleo intenta hacer las paces invitando a los Boone a cenar en casa, pero la velada se torna catastrófica.

Mientras Cleo lucha por el bienestar de su hija, Henry debe enfrentar a sus propios demonios.

Mientras Henry trata de encontrar a su madre, Cleo tiene que lidiar con un enfrentamiento no deseado entre Bill Boone y sus socios.