Kenny Powers se traslada a México a lamer sus heridas y comenzar una nueva y más anónima vida. Haciéndose amigo de sus vecinos mexicanos y de la seductora cantante de un bar llamada Vida, va saliendo de su momento más bajo y planea un regreso al estrellato.

El propietario de Los Charros, Sebastián Cisneros, está de acuerdo en hacer lo que haga falta para promocionar el regreso de Kenny Powers al béisbol organizado, pero éste pierde interés al enterarse de un secreto sobre April a través de un viejo amigo.

Sorprendido por la indiferencia de los seguidores mexicanos, Kenny comienza una campaña para pulir su imagen, pero esto acaba llevando a un clásico altercado Powers. Además, Kenny trata de hacer avances con Vida invitándola a una fiesta en el yate de Sebastián.

Aunque los fans de Los Charros responden a Kenny, éste es advertido por Roger sobre los peligros de sus alardes. Kenny se da cuenta de que salir con Vida es una seria competición.

Kenny considera la posibilidad de dejar atrás el pasado y comenzar una nueva vida trabajando en México como una persona normal, pero no podrá negarse a aceptar un reto.

La reacción de April ante los hechos que están ocurriendo no es la que Kenny esperaba. Además, recibirá la visita de un ejecutivo del mundo del béisbol. Finalmente, Kenny saldará ciertas cuentas pendientes y mostrará a México de qué pasta está hecho.

Kenny ha cambiado de identidad y se dedica a las apuestas con gallos de pelea, pero no puede evitar pensar en lo que ha dejado atrás. Al final, no le quedará más remedio que plantar cara a su futuro.