En 1850, el capitán Charles Boone hereda la hacienda de su primo rico y se lleva a vivir a su familia a un pequeño pueblo de Maine. Allí se enfrentarán a los prejuicios, la hostilidad y el asesinato cuando Charles descubra cosas peligrosas sobre su pasado.

Una niña muere de una misteriosa enfermedad. En su lecho de muerte, culpa a Stephen Boone. Los aldeanos, histéricos, exigen que Charles desentierre su primo, a lo que éste se niega, pero abre su tumba en privado y lo que encuentra lo sorprende.

Charles sigue oyendo ratas en las paredes, a pesar de que le aseguran que no hay. En su búsqueda de respuestas llega a un psiquiátrico de mente en que sus peores miedos se hacen realidad.

Charles se prepara para ingresar en el psiquiátrico para que lo traten, pero Tane descubre algo perturbador en el granero que puede revelar los secretos de Chapelwaite. Un cuadro espeluznante de acólitos demacrados traen un mensaje.

El misterioso Jakub atrae a Charles a la parcela de Jerusalem, donde descubrirá que su locura tiene relación con un antiguo libro. Los niños se sienten traicionados cuando Loa descubre los escritos secretos de Rebecca sobre la familia Boone.

Charles se ve superado por la pena y la ira tras el duro golpe a su familia. Stephen y el tío Phillip le hacen una propuesta inesperada a Charles.

Superado por la tristeza, Charles se ve dirigido al cementerio de la iglesia, donde desenterrará un libro escondido. Al cogerlo, tiene una visión apocalíptica del futuro vampírico.

Charles y su familia defienden Chapelwaite con ayuda del agente Dennison y el padre Burroughs. La noche llevará a los tres hombres a su límite emocional.

Charles y compañía tratan de reclutar hombres en la ciudad para luchar en Lot de Jerusalén y retomar el libro.