Los Simuladores son un grupo comando especializado en la realización de operativos de simulación para solucionar los problemas que les plantean sus clientes.

Despiden a Feler tras cuarenta años de trabajo en una fábrica láctea. Los Simuladores se encargarán de conectar a Feler directamente con los dueños de la fábrica.

Alicia, oftalmóloga, casada y madre de dos hijos, recibe sorpresivamente la visita en su propia casa de Villarreal, un egocéntrico colega español que quiere chantajearla.

A la mujer del arquitecto Miguens podrían quedarle pocos meses de vida. El médico recomienda que no le den malas noticias. Pero su hijo está a punto de repetir el año.

El Dr. Agustín Mendilaharzu, Presidente de la Nación, sufre de impotencia sexual. Por miedo a que la prensa se entere, se niega a ver a un sexólogo.

Los Simuladores entran a un banco para extraer los negativos con fotos de Sorkin, su cliente, junto a su amante, de la caja de seguridad de un extorsionador.

Zarazola es un abogado adúltero que desea desprenderse de Laura, su mujer, sin sentir culpa. Contacta a los Simuladores para que ella lo deje a él.

Milazzo, un falso representante de artistas, explota diversos barrios pobres, cobrando a sus clientes una matrícula para hacerlos famosos y llevarlos a trabajar.

Clara, de padres muy ordinarios, está de novia con Federico, hijo de una familia elegante. Ante un encuentro familiar, Los Simuladores se encargan de que todo salga bien.

Crucitti es un comisario corrupto que extorsiona a los dueños de los locales comerciales de su zona. Pero Los Simuladores se encargarán de resolver el problema.

Marcela está sumergida en una profunda depresión. No puede dormir bien y molesta permanentemente a su exmarido y a Natalia, su hija, quien convoca a Los Simuladores.

Los Simuladores están pensando en tomarse unas vacaciones cuando secuestran a Santos, el estratega del grupo.