Para evitar su extradición a EE UU, Jesse acepta colaborar con la policía australiana en el caso de un adolescente secuestrado y vendido en la red oscura.

Ned busca la pista de su hermano entre los nombres de los surfers australianos muertos. Jesse descubre que Jan no es quien la policía piensa.

Jesse sufre un contratiempo serio en su búsqueda de Callum. Ned muestra a la ministra Baxter fotos de las heridas de Marcus para desvelar el engaño.

Jesse regresa con Ned a Papúa Occidental para descifrar el archivo de Jan. Allí, la paliza a Remsey en la cárcel desata una protesta violenta entre la población.

Después de que Jan le diga por qué quiere los archivos de Kaspion, Jesse reconsidera su plan de destruirlos. Una oferta de Lara siembra aún más dudas.

En Canberra, Jesse ayuda a Jan a poner en marcha un plan extremo que no tarda en escapar de su control. Hani y Ned diseminan pruebas de las acciones ocultas de Lara.