Han pasado varios meses desde el hundimiento de la constructora, pero Antonio no levanta cabeza. Vuelve a trabajar por las mañanas en el Ministerio, dedicándose por las tardes a jugar al mus con un grupo de jubilados en el bar de Tinín, no tiene mayor aspiración que dejar pasar el tiempo hasta su jubilación. Su abulia sólo es alterada por una noticia: Don Pablo está en la cárcel de Carabanchel.

La llegada de Mike, con la filosofía hippie, hace mella en Inés que encuentra un mundo nuevo que explorar. Su madre y Eugenio temen que Inés vuelva a enamorarse y sea capaz incluso de marcharse con Mike a Ibiza. Por si fuera poco, Antonio continúa con su actitud pasiva y opina que Inés ya es mayorcita para hacer lo que quiera.

La oferta de Don Pablo para invertir en Meyni deja sumida en un mar de dudas a Mercedes, que bastantes problemas tiene ya. Como le recuerda Nieves a cada momento, Don Pablo es el único inversor que van a encontrar para ampliar su negocio. Incluso la propia Asunción Riaño anima a Mercedes a aceptar. Pero Merche nunca se ha fiado de Don Pablo, y le aterra poner en sus manos una parte de la boutique.

Mercedes tiene la determinación de ir a buscar a Inés a Ibiza para traérsela de vuelta. Antonio no está por la labor de hacer un viaje tan largo y cree conocer bien a su hija, que se cansará de Mike y volverá al hogar. Merche harta de que a su marido todo le resbale, ve en Meyni la única manera de que al fin despierte un Antonio cansado de que en el Ministerio todo el mundo pase por encima de él.

Toni está exultante con su relación con Clara, dispuesto a enfrentarse a todo y a todos. Clara es más cautelosa y sabe que la relación es imposible. No les queda más remedio que verse a escondidas. Antonio y Mercedes llegan de Ibiza sin Inés y ocultan la verdad a Herminia para no hacerla sufrir. Al llegar se encuentran con que Don Pablo ha aceptado las condiciones de Merche para invertir en Meyni.

Don Pablo al fin enseña a sus nuevas socias las oficinas del Grupo Ramírez Sañudo, desde donde van a dirigir la nueva marca de moda Meyni. Antonio, que tiene que visitar varias boutiques con Desi como su ayudante y el como Jefe de Ventas de Meyni. Alcántara vuelve a tener dudas sobre su capacidad, y es que, dejar el Ministerio quizá no era la mejor solución a sus problemas.

Clara y Toni lo están pasando en grande en el chalet de los padres de Álvaro, por fin pueden estar juntos sin el temor de que alguien les sorprenda. Sin embargo, pasado el fin de semana tendrán que afrontar la vuelta a su vida de siempre en el barrio. En el Grupo Ramírez Sañudo, Mercedes vuelve a tener problemas con Don Pablo, que no se hace a la idea de no tener el mando absoluto de la empresa.

Toni está decidido a casarse con Clara y a enfrentarse al mundo entero si hace falta. Pero Clara, sabe a lo que se exponen y le pide prudencia. Juntos acuden a pedir consejo el cura Eugenio. Éste es la única persona que está al corriente de su relación, aunque la extraña actitud de ambos comienza a levantar sospechas en sus respectivos entornos familiares, sobre todo en Federico.

En el mes de diciembre de 1970 proliferaron las protestas en España y, sobre todo, en el extranjero, a causa del Juicio de Burgos, en el que varios miembros de la banda terrorista ETA se jugaban la pena de muerte. Los obispos vascos, en disconformidad con la naturaleza del juicio, firmaron una carta de protesta que Eugenio lee en misa y ningún feligrés queda indiferente ante el gesto del párroco.

El Juicio de Burgos sigue su curso y en España se vuelve a respirar un miedo como hacía años que no sucedía, más si cabe desde el secuestro por parte de ETA del cónsul alemán en San Sebastián. Eugenio ha conseguido imágenes de manifestaciones en el extranjero y planea proyectarlas para un grupo de progresistas con la ayuda de Toni. Éste no se olvida de Clara, a la que sigue viendo a escondidas.

A mediados de diciembre de 1970, a tenor de los acontecimientos relacionados con el Juicio de Burgos, el gobierno decide suspender el artículo 18 del Fuero de los Españoles, lo que supuso la extensión a todo el territorio nacional del estado de excepción declarado en Guipúzcoa unos días antes. La policía echó mano de sus archivos y empezó a detener a personas que, como Toni, estaban fichadas.

La familia Alcántara se dispone a pasar la Navidad en un ambiente de temor y expectación. Aún no se conocen las sentencias del Juicio de Burgos y el cónsul alemán, Eugenio Beihl, sigue secuestrado. En vista de la situación, Antonio y Mercedes creen que lo mejor que puede hacer Toni es marcharse a Sagrillas, pero éste prefiere seguir escondido en la parroquia y así continuar en la brecha.

Se acerca el fin de 1970 y todo sigue igual para la familia Alcántara: Toni continúa escondido en la parroquia, Inés quiere volverse a Ibiza, y el futuro de Meyni sigue siendo una incógnita. Mercedes tiene dudas de la oferta de Don Pablo. Antonio la anima a aceptar la oferta. Cuando parece que ya ha tomado una decisión, Mercedes descubre que Don Pablo tenía escondido un as en la manga.